Librar la cuesta de enero
Estamos iniciando un nuevo año y con él llegan retos para muchas personas en diferentes ámbitos, dentro de los que destaca la famosa “cuesta de enero”, un fenómeno económico que ocurre cada año como causa de la inflación, ya que todo incrementa su costo.
En este sentido, basta considerar que este 2023 ya de por sí nos enfrenta a una situación económica compleja debido a los altos niveles de inflación en el país, los cuales, tan solo el año pasado, llegaron a sus máximos históricos de las últimas dos décadas. Incluso el propio Banco de México (Banxico) ha estimado que sea hasta 2024 cuando la inflación pueda estabilizarse en un 3%.
Aunada a la situación económica que enfrenta el país, la cuesta de enero también es causada por un mal manejo de las finanzas personales y de los gastos de fin de año. Es por ello que se presenta la urgencia de tomar acciones para evitar que las complicaciones financieras afecten la estabilidad de las familias, no solo el primer mes del año, sino incluso por más tiempo.
En muchos casos, estas dificultades económicas surgen cuando, pasadas las fiestas decembrinas, se deben afrontar los festejos del Día de Reyes. Tan sólo en Puebla, de acuerdo con datos del INEGI, se estimó una derrama económica de mil 649 millones de pesos durante esta festividad, en beneficio de aproximadamente 16 mil 351 empresas, que van desde micro hasta grandes comercios.
Sin embargo, más allá de ver estas fechas como la oportunidad propicia para movilizar la economía, también se observa como el “gastar de más” lleva a muchas personas a recurrir a malas prácticas para salir del “bache” financiero, como lo es el tener que empeñar algún bien. Uno de los aspectos más negativos de este recurso que ponen a disposición las casas de empeño, son las altas tasas de interés que cobran, así como que el efectivo que reciben a cambio los pignorantes, rara vez alcanza el 50% del valor real del artículo empeñado.
Es por ello que, con el propósito de brindar orientación a las familias que están resintiendo esta cuesta, pongo a su disposición algunas recomendaciones que nos ayudarán a afrontar este complicado inicio de año.
El primero de ellos es dejar de acumular más deudas y tratar de adquirir solo los productos y/o servicios necesarios para el hogar. Ello repercutirá en un corto plazo en tener que apretarse el cinturón en ciertos gastos, sin embargo, en un mediano y largo plazo permitirá una mayor estabilidad.
El segundo consejo es dejar de adquirir deudas, como las que ofrecen pagos chiquitos por un mayor tiempo, ya que repercuten en intereses más altos y por lo tanto en tener que pagar más al final.
Una tercera estrategia que se puede emprender es tratar de pagar las deudas adquiridas con anterioridad, ya que cargar con las mismas a lo largo del año se convierte en un lastre que merma las oportunidades de crecimiento.
Tengamos presente que, si no se cuenta con los recursos para liquidarlas, es importante acercarse a las instituciones con las que se ha adquirido la deuda para negociar algún plan de pagos específico que permita ponerles un fin.
Un cuarto consejo es recordar que el límite de crédito en las tarjetas no significa que se tenga todo ese margen disponible para gastar. Por ello, se debe evitar el uso irracional de las tarjetas de crédito y al mismo tiempo se debe tratar de pagar el monto total para no generar intereses; si no se puede hacer así, al menos hacer pagos superiores a los del mínimo solicitado.
Una quinta recomendación es priorizar el realizar los pagos que surgen al inicio del año como son los del predial, basura, agua, control vehicular, verificación, colegiaturas, seguros, entre otros; ya que de no cubrirlos se pueden generar multas y recargos que llevan a hacer más grandes los agujeros financieros.
Finalmente, la mejor estrategia es hacer una planeación financiera familiar anual que nos permita proyectar los gastos de manera mensual y con ello no salirnos de un presupuesto adecuado. También, es importante realizar un monitoreo semanal o quincenal de este plan y con ello poder hacer los ajustes necesarios, siempre viendo el mediano y largo plazo.
No olvidemos que tener tranquilidad financiera, se verá reflejado en nuestra calidad de vida e incluso en una mejor salud física y mental para nosotros y para toda la familia.
*IC