El uso de la e, he y eh
Como siempre, las palabras homófonas son las que presentan mayores dificultades a la hora de escribirlas. Ese es el caso de la conjunción “e”, el verbo “he” y la interjección “eh”.
En el caso de la conjunción “e” esta es de carácter copulativo ya que sirve para unir dos o más elementos de una oración o bien dos o más oraciones y se utiliza en lugar de la conjunción “y”. De igual forma, también se utiliza ante palabras que comienzan por el mismo sonido: “i” o “hi”.
Veamos algunos ejemplos con la conjunción “e”.
Compraré aguja e hilo en la mercería.
El genio de Miguel de Cervantes Saavedra es único e irrepetible.
Trabajé hace algunos años con Armando e Isabel.
Había naranjas e higos.
No se utiliza la conjunción “y” cuando después de ella empiezan palabras con las silabas “hie” o “io”. Veamos el caso del diptongo “hie” que nos ayuda a evitar la cacofonía.
Pedimos helado y hielo.
Hay leones y hienas.
En el caso del hiato “io”
Moléculas y iones.
Vendas y iodo.
Lavar y ionizar.
Una regla básica para utilizar el verbo “he” es que generalmente va acompañado de un participio. Ejemplos:
Yo he buscado ese libro y no lo encuentro.
Ya he revisado muchas veces ese documento.
Siempre he confiado en ti.
También es un adverbio que, unido a aquí, ahí o allí se utiliza con diversos pronombres para hacer señalamientos o para mostrar a alguien o algo. Ejemplos:
He aquí las evidencias.
Heme aquí, cansado pero victorioso.
He allí lo que olvidabas.
He ahí el terreno de tu gusto.
Cuando se utiliza después de un verbo infinitivo es para significar una obligación, conveniencia o necesidad. Ejemplos:
“Me he de comer esa tuna”.
He de esperar a que pase la lluvia.
He de reconocer mi error.
En el caso de la interjección “eh” se utiliza para explorar expresar estados de ánimo y generalmente va entre signos de admiración o en algunos casos entre signos de interrogación. Por ejemplo:
¡Eh, niño, no toques esos cables!
Conque muy valiente, ¿eh?
¡Eh! Cuidado con el perro.
*IC