No cesan contagios y muertos por Covid

Del reportero

México padece la Cuarta Ola de Covid, vamos apenas en la segunda semana y ya contagio al presidente de la República, gobernadores, secretarios de estado y legisladores.

Hay voces optimistas que pronostican que durará dos semanas más, la realidad es que en Europa y Estados Unidos registran en promedio de más de ocho semanas sin visos de una reducción notable, al contrario.

El presidente Andrés Manuel López Obrador informó el lunes pasado que dio positivo a Covid-19 por segunda ocasión. Por medio de su cuenta de Twitter, afirmó que presenta síntomas leves y realizará trabajo de oficina, ayer mismo salió en un video mostrándose tranquilo.

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El lunes en su mañanera, el Ejecutivo se presentó ronco y constipado, a pesar de lo cual no usó cubrebocas. "Sí, amanecí ronco, me voy a hacer la prueba más tarde, pero yo creo que es gripe. De todas maneras... (a cuidarse)", respondió tras ser interrogado.

Sin mayores cuidados, López Obrador encabezó en Palacio Nacional la reunión de seguridad, a la que acudieron funcionarios del gabinete y la jefa de gobierno de CDMX, Claudia Sheinbaum. También interactuó en la mañanera con el titular de la Profeco, Ricardo Sheffield, y el vocero de la presidencia, Jesús Ramírez.

Esta es la segunda vez que López Obrador contrae el coronavirus. La primera vez salió positivo el 24 de enero de 2021, hace casi un año. Dos semanas después, el 8 de febrero, López Obrador regresó a sus actividades públicas sin tomar cuidados básicos como el uso de cubrebocas.

Hasta ayer, el país supera las 300 mil muertes por Covid-19.

La cifra marea. Es el número oficial de muertos en México, con corte a la segunda semana de 2022.

Unas comparaciones pueden dar una idea precisa sobre lo que significa la cifra, en el entendido que todos los especialistas sanitarios en Estados Unidos y Europa estiman que, la cifra real de muertos en México por Covid-19, debe rondar el millón.

Así, los 300 mil muertos oficiales equivalen a todos los homicidios cometidos en el país, entre 2010 y 2021, si se siguen los registros del INEGI. En otras palabras, la desastrosa gestión sanitaria, ha producido muertos por esta enfermedad, que son similares a todos los homicidios de los últimos 11 años.

Si se tomara por buena la hipótesis de los especialistas extranjeros en Estados Unidos y Europa, el asunto se torna aún más sombrío.

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Preguntando al doctor Mauricio Saldaña sobre registros históricos, informó que, en México, el INEGI lleva un registro de 570 mil 578 homicidios en México, entre 1990 y 2020. Si en realidad hubiera 900 mil defunciones por COVID-19, significa que éste ha generado más muertes, en un 57.73 por ciento respecto a todos los homicidios registrados.

El historiador Jean Meyer estima en unas 250 mil, las muertes cometidas en la Guerra Cristera, que se dio entre 1926 y 1929.

El Covid-19 ha resultado ser más mortífero que una guerra que cubrió a dos tercios de la República, en un 20 por ciento más, si se dan por buenas las 300 mil muertes según la Secretaría de Salud federal.

Pasarán años para saber realmente cuantos muertos ha generado el Covid-19. Sea la cantidad que sea, la cifra no solo da una idea de la emergencia sanitaria sino de la irresponsabilidad criminal que mancha a no pocas manos en todo el territorio nacional.

Quizá por ello en la Mañanera del martes en Palacio Nacional, a la que ya no acudió el presidente López Obrador, todos los asistentes lo hicieron con cubrebocas.

Los contagios, los hospitalizados y las muertes continuarán.

 

De las anécdotas que se cuentan

En un tris, Andrés Manuel López Obrador firmó un decreto en el cual desapareció el Instituto de Desarrollo Social (Indesol), creado en 1994 durante el sexenio de Carlos Salinas de Gortari. A cambio, inventó la dirección general de Bienestar y la Cohesión Social, es en serio, así se llamaRWQ52SA.

El decreto fue echado a andar el 31 de diciembre en el Diario Oficial de la Federación (DOF) y la nueva dirección general, entre otras cosas, se encargará de “vincular y fortalecer a los gobiernos de los estados, municipios o demarcaciones de la Ciudad de México (CDMX), así como a Organizaciones de la Sociedad Civil (OSC) relacionadas con las tareas de desarrollo social y disminución de la pobreza”.

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No fueron pocas las organizaciones que mencionaron en redes sociales que la desaparición del Instituto y la llegada de una dirección general, garantiza dos cosas: el que numerosas OSC opten por hacerse aplaudidoras oficialistas y, que otras tantas decidan buscar otros medios de financiamiento, haciéndose muy pequeñas.

Tres temas aparecen de inmediato en la agenda que parece, no atenderá la dirección general, dado que, solo atenderá temas de “bienestar”: seguridad interior, sistema de justicia y, democracia.

Queda claro que los derechos humanos tampoco aparecen en la lista de los temas que la dirección general deberá fortalecer. Y ni hablar de financiamiento a organizaciones de la sociedad civil que se dediquen a supervisar los procedimientos vinculados a federalismo y autonomía entre poderes.

El madruguete es evidente y más grave es que el disparate tiene todos los signos de seguir avanzando a gran velocidad, para hacer del país un territorio en donde el ejecutivo carece de contrapesos, en un retorno de décadas al estatismo y la autocracia que, paradójicamente, se dice aborrecer.

fcrisanto00@yahoo.com.mx

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Facebook: Fernando Alberto Crisanto

 

*ARD