No hay un solo día sin una noticia sobre Taylor Swift. Si un día es la artista más escuchada del año en Spotify, el siguiente llegan Bloomberg o Forbes a declarar que ya es multimillonaria; el otro ella anuncia más conciertos de su gira o abre ligeramente la puerta de su vida personal. La artista de Pensilvania, de 33 años, vive un momento estelar en su carrera. Tanto que la revista Time ha hecho una histórica decisión y ha decidido que sea el personaje del año de 2023, haciéndola reinar en su portada.
Sin duda 2023 ha sido el año de Swift después de 17 años de carrera, que ha ido construyendo desde la adolescencia, cuando sus padres decidieron mudarse de su Pensilvania natal hasta Nashville para que hiciera carrera primero en el country y después en el pop. Pero estos meses se ha subido a los escenarios durante 66 veces en cuatro países para los conciertos de su gira The Eras Tour, en los que repasa casi medio centenar de canciones de toda su trayectoria durante nada menos que tres horas y media. Una sensacional gira que ha llenado estadios desde Arizona hasta Los Ángeles, y que por primera vez ha pisado América Latina —México, Buenos Aires, Río de Janeiro y Sao Paulo— con un éxito sin parangón, vendiendo todas y cada una de las entradas (a un precio medio de más de 250 dólares cada una). De hecho, la cuestión de la venta de entradas también ha estado en el punto de mira, por el colapso del sistema en la mayoría de sus conciertos. La polémica ha llegado incluso al Congreso de EE UU, que han acusado a la compañía de monopolio, en una causa que ha unido a demócratas y republicanos.
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“Mucho de lo que Swift ha logrado en 2023 es inconmensurable […]. Está comprometida con darles valor a sueños, sentimientos y experiencias de las personas, especialmente mujeres, que se sentían abandonadas y regularmente subestimadas”, ha destacado en un comunicado el editor jefe de la publicación, Sam Jacobs. La cantante, que hace ya años que no concede entrevistas ni declaraciones, esta vez sí se ha sentado a charlar con la revista. “Me han subido y bajado del mástil de la opinión pública muchas veces en estos últimos 20 años”, afirma durante la larga charla. “Me han puesto una corona y luego me la han quitado”, asegura, reconociendo que este año es diferente para ella. “Es el momento decisivo de mi carrera, a los 33 años”, dice. “Y, por primera vez en mi vida, he sido lo bastante fuerte mentalmente como para soportar lo que eso conlleva”.
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Está claro que las decisiones creativas, empresariales e incluso personales de la cantante la han coronado, no solo para Time, sino para la industria cultural y de conciertos global, y para la economía. Un cálculo rápido estima que cerca de cuatro millones de personas han ido a verla a los conciertos de The Eras Tour, de los que aun le quedan 85 por todo el mundo entre febrero y noviembre de 2024 (incluido Madrid el 30 de mayo, cuando estrenará el Santiago Bernabéu). Ha venido unos 700 millones de dólares en entradas, ella ya acumula una fortuna de 1.100 millones y su impacto global es de unos 5.500 millones. “Esto es lo más orgullosa y feliz que me he sentido nunca, y lo más creativamente realizada y libre que he sido jamás”, explica Swift. “En última instancia, podemos darle todas las vueltas que queramos, o intentar complicarlo en exceso, pero sólo hay una pregunta: ¿Te divierte?”
Swift, que ya había hecho sus pinitos en el cine, este año ha adoptado el papel de empresaria cinematográfica. Ella misma decidió que su concierto llegara incluso hasta las salas de cine: el pasado mes de octubre decidió llevar a la gran pantalla, dirigido por Sam Wrench, producido por ella misma y sin distribuidoras de por medio, el concierto. El primer fin de semana arrasó en recaudación con casi 100 millones de dólares. Ya lleva más de 250, y está a punto de superar a This Is It, el concierto de Michael Jackson de 2009 que ostenta el récord mundial. “Nos reunimos con todos los estudios y con todas las plataformas, y evaluamos cómo se percibía y valoraba, y si tenían grandes esperanzas y sueños al respecto. Al final hice lo que suelo hacer cada vez más a menudo, apostar por mí misma”. Según ella, la idea fue en parte de su padre. “Simplemente dijo: ¿por qué tiene que haber un, a falta de una palabra mejor, intermediario?”.
No sólo la música en directo ha hecho a Swift situarse en el podio este año, sino también la grabada. A lo largo de su carrera ha sacado 10 álbumes. Cuando empezó su andadura firmó con un empresario llamado Scott Borchetta que, en 2018, decidió vender sus masters, el catálogo de los seis álbumes que tenía por entonces, a otra empresa. Ella quiso comprarlos, pero él no le dio la posibilidad de hacerlo, por lo que ella perdió los derechos sobre su música a manos de otra persona (el productor, empresario y manager de, entre otros, Justin Bieber, llamado Scooter Braun, con quien tenía una muy mala relación) que a su vez volvió a revenderlos a un fondo de inversión poco después. En un golpe de timón y gracias a un vacío legal, ella decidió regrabar esos discos y volver a sacarlos, añadiéndoles a todos el apellido Taylor’s Version. Lo hizo con Fearless y Red en 2021 y este año con Speak Now y, más recientemente, en octubre, con el exitoso 1989. Si de este, su cuarto álbum, vendió 1,4 millones de copias cuando se lanzó en 2014, la primera semana de su lanzamiento este 2023 ha colocado 1,7 millones de copias. “Todo depende de cómo afrontes la pérdida”, cuenta en Time. “Yo respondo al dolor extremo con desafío”.
En la charla, Swift cuenta que The Eras Tour se ha convertido en el mayor reto profesional de su vida y de cómo se encierra para prepararlo. “No salgo de la cama más que para coger comida y llevármela a la cama y comérmela allí”, cuenta. “Es un escenario de ensueño. Apenas puedo hablar porque llevo tres actuaciones seguidas cantando. Cada vez que doy un paso me crujen los pies de tanto bailar con tacones”. Entrena diariamente con un programa personalizado. “Sé que voy a subir a ese escenario ya esté enferma, lesionada, con el corazón roto, incómoda o estresada. Ahora forma parte de mi identidad como ser humano. Si alguien compra una entrada para mi espectáculo, voy a cantar a menos que haya algún tipo de fuerza mayor”.
Hace solo una semana, Swift también fue noticia por destronar a Bad Bunny como artista más escuchado en la plataforma Spotify: “Taylor Swift ha sabido combinar inteligentemente la música nueva con la regrabada, un caso único en la historia de la música”, declaraba entonces la directora de música de Spotify en el sur y este de Europa, Melanie Parejo. Es la primera mujer en llegar al podio en una década. También se ha colocado como la más escuchada en Amazon Music y Apple Music, que además la ha nombrado artista del año. El país
*MG