Un policía se dio a la tarea de dar con "el bromista telefónico" que engañaba a los trabajadores de McDonald's para tener juegos sexuales enfermizos, finalmente las autoridades revelaron lo que este maníaco obligaba a hacer y dejó a toda una población atónita. La víctima fue una colaboradora del establecimiento aún adolescente, la cual fue obligada a desnudarse, bailar desnuda e incluso realizar un acto sexual perturbador, todo por orden de "su jefa". La chica fue identificada como Louise Ogborn, de 18 años, estaba llegando al final de su turno en la sucursal de Mount Washington en Kentucky —ubicada al sureste de Estados Unidos— cuando de pronto, la gerente Donna Summers la llamó a la oficina.
Comienza la escena de terror para la pobre chica
La gerente había recibido una llamada telefónica de un supuesto oficial de policía que investigaba a "un ladrón" que había robado el bolso de un cliente. Ella creía que la descripción que él le dio, pues coincidía con la tímida joven de 18 años que asistía a la iglesia. Siguiendo las instrucciones del supuesto elemento de seguridad, tomó las llaves del auto y el teléfono de Louise Ogborn, esto antes de encerrarla en la oficina y someter a la empleada a humillaciones y abusos. Durante tres horas, Donna Summers hizo todo lo que el "Oficial Scott" le dijo, incluso cuando sus demandas se volvieron aún más extrañas y retorcidas.
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Pero, no era un oficial de policía real quien estaba al teléfono
El hombre apodado "strip search caller" que al español podríamos traducir como "llamador de cacheo" en realidad era un sujeto que estafaba a casi un centenar de gerentes de dicho establecimiento por todo Estados Unidos. Se cree que sus víctimas superan a los 70 encargados de McDonald's los cuales no cuestionaron sus extraños pedidos, esto porque se acostumbraba siempre respetar a la autoridad. Ahora, el documental sobre crímenes reales Pervert: Hunting the Strip Search Caller —en español Pervertido: La caza de la llamada "Registro al desnudo"— profundiza en el impactante caso, en el que víctimas inocentes fueron despojadas de sus ropas y forzadas a viles juegos sexuales.
El programa siguió de cerca los increíbles esfuerzos del ahora detective Victor Flaherty para atrapar al culpable, una cacería humana que lo ve viajar miles de kilómetros hasta la ciudad de Panamá en Florida. Gracias a la recopilación de The Sun, el policía enfatizó que:
“Todos estos casos son impactantes. El caso de Kentucky obtuvo mucha notoriedad, solo porque en realidad tenían un video. Este es probablemente el único caso del que 18 años después todavía puedo recordar detalles. Todavía puedo recordar haber hablado con las víctimas y debes entender que he investigado cientos y cientos, tal vez miles de casos todos los días".
El incidente ocurrió en el 2004
El evento traumático ocurrió en el 2004 en la entidad de Kentucky y lo más grave —pero a la ves contundente para dar con el culpable— fue que quedó grabado en un circuito cerrado de televisión (CCTV) de la oficina del restaurante. Las horribles imágenes fueron compartidas en la serie documental que actualmente se está transmitiendo en los canales estadounidenses. Como se ve en el filme, a medida que el establecimiento comienza a estar ocupado, la persona que llama le indica a Donna —la gerente— que busque a alguien en quien confíe para continuar con la "investigación". Ella llama a su prometido Walter Jr. Nix, quien igualmente obedece las instrucciones del "Oficial Scott", que incluyen ordenar a Louise que se siente en su regazo y lo bese.
Luego, se le dice horriblemente a la adolescente que le muestre sus genitales al sujeto para demostrar que no está escondiendo el dinero allí. Louise, visiblemente llorosa, obedece durante toda la tortura y se muestra limpiándose los ojos. También se revela que, a medida que aumentaban las demandas de la persona que llamaba, se le ordenó practicarle sexo oral a Walter Jr. Nix, para evitar ser "castigada". Cuando se reflexionó sobre por qué estaba de acuerdo con los juegos escalofriantes, la adolescente explicó que estaba aterrorizada de perder su trabajo y que la habían educado para obedecer a los adultos.
"Mis padres me enseñaron cuando un adulto te dice que hagas algo, eso es lo que haces. No discutes, escuchas. Cada vez que Donna entraba en la habitación, le suplicaba: 'Sácame de aquí. No hice nada'. Mi alma abandonó mi cuerpo y me quedé entumecida. Tenía miedo por mi vida.”, detalló en llanto la joven que en ese entonces solo tenía 18 años.
Por su parte, Donna dijo que siguió las instrucciones de la persona que llamó porque sonaba muy genuino. Más tarde explicó que cuando ella cuestionaba la acción solicitada, el sujeto solo "siempre tenía una respuesta. Honestamente, pensé que era un oficial de policía.”, recalcó. Después del incidente y según con los informes policiales, Walter Nix Jr huyó de la habitación y llamó a un amigo para decirle que "había hecho algo terriblemente malo".
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"Le estaba pidiendo a mi gerente que describiera mi cuerpo. Incluso me preguntó por mi talla de sostén.", confesó la entonces adolescente. Fue entonces cuando le arrebaté el teléfono y grité: '¿Cómo diablos podría el tamaño de la copa de mi sostén y todo ese tipo de cosas tener algo que ver con estos $50 supuestamente robados?'".
Finalmente, la joven fue rescatada por un colega que sabía que era ilegal desnudar a un menor, pero dice que cuando fue a la policía, le dijeron que el caso "no era una prioridad para ellos".
Pero ya había alguien tras este pervertido telefónico
La escala y la magnitud del problema finalmente dejó heladas a las autoridades que en su momento ignoraron el caso, el jefe de la policía, Flaherty, comenzó a investigar a la persona que llamó al registro desnudo casi al mismo tiempo, después de que se hicieran llamadas fraudulentas a restaurantes del área de Boston. Resultó que se habían informado más de 70 incidentes en 30 estados de Estados Unidos durante un período de 12 años, a partir de 1992.
"Al principio pensé que era un problema local. Cuando llegó por primera vez, pensamos que quizás era alguien que llamaba desde el otro lado de la calle. Creo que lo más impactante fue que una vez que estaba trabajando con la investigación, descubrí cuántos de ellos habían sucedido en los Estados Unidos y este era un problema mucho más grande. La cantidad de incidentes me dejó boquiabierto, y que habían estado ocurriendo durante mucho tiempo y que nadie había identificado al perpetrador todavía.”, explicó el oficial.
Aprovechaba las zonas rurales para cometer el vil acto
Las llamadas a menudo se realizaron a restaurantes de comida rápida en áreas rurales, pero también se dirigieron a algunas tiendas de comestibles. El jefe Flaherty dijo que este sujeto le “hizo un daño grave a estas personas.", por lo que tenía que ser atrapado, y no podía entender "por qué no lo había hecho”. Las investigaciones revelaron que las tarjetas telefónicas prepagas, conocidas como tarjetas telefónicas en Estados Unidos y que se usaban regularmente en los días anteriores a los teléfonos móviles, se usaban para hacer las llamadas. Durante meses, el elemento de la policía solicitó —con éxito— numerosas órdenes judiciales para rastrearlas y finalmente descubrió que la llamada se había originado en un teléfono público de Walmart en la ciudad de Panamá, Florida.
“Me senté allí durante semanas viendo estos videos. Había seis cámaras, pero nada en los registros, parpadeando cada 20 segundos. Fue frustrante”.
Después de un extenuante trabajo, finalmente identificó a quién pensó que podría ser el sospechoso. Los detectives locales no reconocieron al hombre, pero le dijeron que los pantalones que vestía significaban que podría ser un oficial correccional. David Stewart —padre de cinco hijos— fue acusado de ser el autor intelectual del extraño y elaborado engaño. Fue arrestado y durante el interrogatorio afirmó que nunca había comprado una tarjeta telefónica. Pero los detectives encontraron uno durante un registro en su casa que se había utilizado para llamar a numerosos restaurantes el año pasado.
El oficial de prisiones —que había sido rechazado para docenas de trabajos policiales— fue extraditado a Kentucky, donde se declaró inocente de los cargos de hacerse pasar por un oficial de policía y solicitar sodomía en el caso de Mount Washington. En octubre de 2006, un jurado lo declaró inocente y fue absuelto de todos los cargos. La falta de pruebas directas, como una grabación de la voz de la persona que llama, se citó como una posible razón para que el jurado lo declarara inocente. Sin embargo, Walter Nix Jr., fue sentenciado a cinco años de prisión por su papel en el extraño registro al desnudo y agresión sexual después de declararse culpable de dichos delitos. Donna Summers se dio cuenta de que la habían engañado, pero ella solo fue despedida del lugar.
A pesar de que la mujer fue acusada de encarcelamiento ilegal su sentencia fue un año de libertad condicional esto debido a que no admitió su culpabilidad pero reconoció la evidencia en el caso. Tanto Donna Summers como Louise Ogborn, necesitaron tratamiento por trastorno de estrés postraumático y depresión tras el incidente. Luego demandaron a McDonald's por no advertir sobre engaños anteriores, los cuales... sí ocurrieron. Desde el arresto de David Stewart en 2004, las llamadas telefónicas fraudulentas se han detenido.
¿Qué dicen las autoridades?
Aunque no justifican el actuar de los involucrados, el jefe de policía explicó que la sociedad sigue las instrucciones de quienes se dicen ser policías incluso hoy día.
"Hay cientos de víctimas y probablemente haya más de las que sabemos porque después de recibir esta llamada telefónica, nunca notificaron a la policía porque estaban avergonzados y sabían que esto era un engaño.", detalló el jefe Flaherty. “En aquel entonces, la mayoría de la gente no cuestionaba la autoridad. Si un oficial de policía te había dicho que hicieras algo, tendías a hacerlo". Con información de El Heraldo de México
*MG