La periodista Peniley Ramírez publicó un hilo de Twitter en el que publico extractos del informe entregado a al FGR por la Comisión para la Verdad del caso Ayotzinapa pero sin censura alguna. El informe contradice totalmente la “verdad histórica” difundida por Enrique Peña Nieto
Hay que destacar que este documento fue publicado por el gobierno de Andrés Manuel López la mayoría se encuentra “reservado” con grandes secciones en negro.
Este informe está compuesto en el intercambio de mensajes entre personajes clave en la intervención de los 43 estudiantes de la Normal Rural de Ayotzinapa y esclarece el destino de los 43 estudiantes.
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Fueron 467 capturas de pantalla y 37 conversaciones de cinco teléfonos. Dichas conversaciones sucedieron entre 36 actores y 35 más solo fueron mencionados. Este informe reconstruye los hechos a partir de los mensajes de texto.
“Durante la madrugada, los criminales descuartizaron a los estudiantes, metieron los restos en bolsas y se dividieron en grupos para deshacerse de los restos. Acá miembros de dos grupos dicen qué hicieron con sus paquetes”, describe Peniley.
Otros delincuentes mencionaba “yo no batalle, al río” tras ser cuestionados por otros acerca del destino de sus paquetes. Otros buscaron disolver los cuerpos, aunque solo tenían material para “cocinar” a cinco. Restos también fueron llevados a Huitzico pista que seguían desde 2014.
En unos de los mensajes hallados por la Comisión, José Luis Abarca, expresidente municipal de Iguala, menciona que el gobierno de Peña Nieto había iniciado una negociación, en la cual Tomás Zerón era el intermediario.
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Estas conversaciones avalan que Zerón, quien se encuentra en Israel para evitar ser detenido y extraditado a México, mintió al decir que jamás habló con Abarca antes de que fuera detenido.
Los mensajes demuestran que efectivamente miembros del Ejército tuvieron en custodia a 6 estudiantes que si fueron con vida hasta el 30 de septiembre de 2014 en una bodega de Pueblo Viejo para después asesinarlos y desaparecer sus cuerpos.
“Aumentan los mensajes anunciando que necesitan borrar evidencia y mover los restos, para que nadie los encontrara. Estos mensajes ocurrían al mismo tiempo cuando José Luis Abarca pedía licencia a su cargo como alcalde de Iguala. Después huyó, con su esposa”, explica Peniley Ramírez.
Solo uno de los criminales muestra un poco de compasión y menciona que los jóvenes asesinados se trataban de unos “pobres estudiantes” a quienes solo iban a asustar.
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“Más de un mes después de los asesinatos, el 3 de noviembre de 2014, más mensajes siguen haciendo referencia al encubrimiento. Cuerpos que han movido de lugar, que los han reubicado para que no encuentren los restos”, Los mensajes insinúan que varios de los cuerpos fueron movidos al interior del Campo Militar del 27 Batallón de Infantería, en Iguala, pues “allí no entraba nadie”. menciona la periodista en su hilo de Twitter.
De acuerdo con otra conversación entre “El Chino”, uno de los criminales implicados, y “El Negro” un mando del grupo criminal Guerreros Unidos, hubo una orden expresa de matar a los estudiantes por parte de “alguien de arriba”.
Con información de Reporte Índigo