Con James Webb se conocerá el pasado

El telescopio surcará el espacio; será lanzado este 18 de diciembre

Es un observatorio espacial que puede mirar hacia el punto más remoto del pasado y es difícil exagerar la emoción que rodea a los descubrimientos a los que podría conducir.

El telescopio espacial James Webb (JWST), una misión internacional de las agencias espaciales de Estados Unidos (NASA), Europa (ESA) y Canadá (CSA), lleva varios años en construcción con un costo de miles de millones de dólares.

Sus responsables planean lanzarlo el 18 de diciembre a millones de kilómetros de la Tierra y los científicos afirman que tendrá la capacidad de detectar cualquier galaxia en el universo.

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Pero una pieza clave del JWST es un instrumento creado por un equipo de astrónomos e ingenieros de Edimburgo, Escocia.

Es el MIRI (Mid Infrared Instrument), una herramienta diseñada para medir el rango de longitud de onda del infrarrojo medio.

El MIRI, uno de los cuatro detectores clave del JWST, permitirá mirar hacia el pasado, a unos cientos de millones de años después del Big Bang, un momento que se cree ocurrió hace más de 13.500 millones de años.

La capacidad para mirar el pasado está basada en el hecho de que incluso la luz tiene un límite de velocidad: la luz viaja a 300.000 km/s.

Así, debido al tiempo que tarda en recorrer el espacio, cuanto más lejos está un objeto más atrás vemos en el tiempo.

Por ejemplo, como la luz del Sol tarda ocho minutos en llegar a la Tierra, en realidad los que estamos en la Tierra vemos al Sol como era hace ocho minutos.

El James Webb es el instrumento perfecto para estudiar esos mundos y planetas distantes que orbitan otros soles, conocidos como exoplanetas.

Entonces, la imagen de una estrella que está a mil millones de años luz distancia tarda mil millones de años en llegar a nosotros.

Y cuando vemos esa estrella, lo que estamos viendo es cómo era hace mil millones de años.

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El telescopio James Webb es el instrumento perfecto para estudiar esos mundos y planetas distantes que orbitan otros soles.

La existencia del primer exoplaneta fue confirmada en 1995. Ahora sabemos que hay más de 4 mil de ellos.

El MIRI permitirá a los astrónomos mirar esos cuerpos celestes en mayor detalle, incluida la observación de sus atmósferas para prometedores signos de vida extraterrestre.

Como todos los telescopios espaciales, el JWST tiene una ventaja sobre sus contrapartes establecidos en la Tierra.

No hay una atmósfera que distorsione nuestra visión así que las estrellas no centellean en el espacio.

Todos los instrumentos del James Webb observarán la luz infrarroja, lo cual es vital para entender el universo.

Los objetos más lejanos que podemos detectar se ven con luz infrarroja porque ésta puede atravesar el polvo interestelar que bloquea la luz visible.

Además, la luz visible que viaja desde una estrella lejana se distorsiona en su trayecto hacia nosotros.

*IR