Estamos a unos días de que se lleve a cabo por décimo año consecutivo el “Buen fin”. Del 10 al 18 de noviembre los establecimientos comerciales de nuestro país buscarán reactivar la economía ofreciendo descuentos y otorgando plazos para el pago de bienes o servicios, fomentando así el consumo.
Esta iniciativa planteada en 2011 por el gobierno federal y el sector empresarial surgió con el propósito de reactivar la economía del país, inspirados en el Black Friday de Estados Unidos.
Particularmente El Buen Fin edición 2021, se enfrenta a una situación económica complicada para la mayoría de mexicanos, algunos por la pérdida de trabajo, gastos excesivos por conservar la salud, o por el fallecimiento de algún familiar, en general la pandemia sanitaria, provocó un detrimento en su poder adquisitivo, por lo que será vital, realizar compras inteligentes.
Por un lado, debemos cuidar el patrimonio familiar y por otro reactivar la economía. En muchos casos, encontramos a personas que están acostumbradas a gastar más de lo que ganan y comprar cosas innecesarias, por lo que deben trabajar más y más, sin darse cuenta de que entran en una rueda cíclica que parece no tener fin, a esto el escritor estadounidense Robert Kiyosaki le llama “la carrera de la rata”.
El mismo autor se refiere a la Inteligencia financiera como la habilidad para controlar el flujo de dinero, y comparte algunas recomendaciones financieras que serán de utilidad para este “Buen fin”, ya que todos somos consumidores y será necesario preguntarnos si nuestras decisiones de consumo son inteligentes.
El consumo inteligente es la capacidad en la toma de decisiones cada vez que elegimos un producto o servicio, atendiendo a nuestras necesidades personales, biológicas, psicológicas, espirituales y familiares.
De acuerdo con información de las ediciones pasadas, la Procuraduría Federal del Consumidor (PROFECO) refiere que los artículos más vendidos son los aparatos electrónicos, principalmente pantallas de televisión y equipos de cómputo, los primeros desde luego no son artículos de primera necesidad.
¿Qué podemos hacer para realizar compras inteligentes en el “Buen fin”?, primero identificar el presupuesto que tenemos con base en nuestros ingresos, identificar cuáles son nuestras prioridades y el dinero que tengo disponible para comprar, ya que el escenario económico sigue siendo complicado y por ello, es importante comprar productos o servicios que realmente necesitemos.
Otro factor clave es no dejarse llevar por la publicidad o promociones que se están haciendo al respecto.
Para tomar decisiones inteligentes de consumo, en primer lugar debemos hacer un “Consumo consciente”, un consumidor que es consciente de su poder, de sus derechos y obligaciones, que sabe lo que necesita, lo exige y asume las consecuencias de su modo de consumir, es consumidor inteligente.
En segundo lugar, “Consumo informado”. Un consumidor que compara calidad y precio, piensa en invertir antes que en gastar, valorando qué tanto sus elecciones de consumo satisfacen sus necesidades reales y los beneficios que traerán a su vida.
En tercer lugar, “Consumo crítico”. Estamos expuestos todo el tiempo a mensajes publicitarios que nos quieren convencer de comprar algún producto que nos dará estatus o alguna gratificación. Un consumidor que es crítico ante la publicidad y la moda, se valora a sí mismo y a los demás por lo que son y no por lo que tienen, que elige y conserva lo que necesita y le gusta, es un consumidor inteligente.
“Consumo saludable”, Un consumidor que lleva una alimentación balanceada, hace ejercicio, duerme bien, modera su consumo de alcohol, no se automedica y evita fumar, es un consumidor inteligente.
“Consumo sustentable”. Un consumidor que reduce los efectos de su consumo en el ambiente, al elegir sus productos ecológicos, ahorrar energía y agua, separar la basura, caminar en vez de usar el auto y aprovechar los productos antes de tirarlos, es un consumidor inteligente.
“Consumo solidario”. Un consumidor que considera los efectos de su compra en los demás y prefiere productos artesanales o de proveedores socialmente responsables, con políticas laborales justas y procesos de producción limpios, es un consumidor inteligente.
Y finalmente “Consumo activo”. Un consumidor que suma su fuerza a la de otros y se organiza con ellos para defender sus derechos, exigir calidad y hacer alianzas para lograr relaciones de consumo más equitativas, es un consumidor inteligente.
Este buen fin, podemos contribuir a reactivar la economía sin comprometer nuestro ingreso familiar, practiquemos buenos hábitos para tener un buen fin.
*BC